jueves, 25 de marzo de 2010


San Josemaría se veía como el burro que llevó el Domingo de Ramos a Jesús al la entrada de Jerusalén.

«
Jesús se contenta con un pobre animal, por trono», son palabras suyas. «No sé a vosotros; pero a mí no me humilla reconocerme, a los ojos del Señor, como jumento».

Y dirigiéndose al Señor decía repitiendo palabras de un salmo:
«como un borriquito soy yo delante de ti; pero estaré siempre a tu lado, porque tú me has tomado de tu diestra, tú me llevas por el ronzal».

«
Pensad, seguía diciendo san Josemaría, en las características de un asno, ahora que van quedando tan pocos. No en el burro viejo y terco, rencoroso, que se venga con una coz traicionera, sino en el pollino joven: las orejas estiradas como antenas, austero en la comida, duro en el trabajo, con el trote decidido y alegre. »Hay cientos de animales más hermosos, más hábiles y más crueles. Pero Cristo se fijó en él, para presentarse como rey ante el pueblo que lo aclamaba. »Porque Jesús no sabe qué hacer con la astucia calculadora, con la crueldad de corazones fríos, con la hermosura vistosa pero hueca. »Nuestro Señor estima la alegría de un corazón mozo, el paso sencillo, la voz sin falsete, los ojos limpios, el oído atento a su palabra de cariño. Así reina en el alma».

Así nos quiere el Señor. Que le llevemos por los caminos del mundo, aunque alguna vez nos tiren una piedra o ni nos miren. Que seamos portadores de Jesús. Lo mismo que el Hobbit portador del Anillo.

Por eso hay quienes llaman a este Domingo, Domingo de burros, porque ese día fue el más importante de su vida. Cuando llevó a Jesús montado por el camino, recibiendo aclamaciones. Aunque sabía que no eran para él, pero a nadie le amarga un dulce.

Te leo un poema dedicado al burro:

Con cabeza de monstruo y con las alas
raras de mis orejas color gris,
soy la caricatura del diablo andando a cuatro patas por ahí.
Vagabundo andrajoso de la tierra,
trabajando sin fin he de vivir,
sufriendo hambre y desprecio... y siempre mudo
me guardo mi secreto para mí,
porque vosotros olvidáis mi hora
que fue inmortal, tremenda y dulce. Allí
alzaban todos a mi paso palmas
y aleluyas al Hijo de David.

(G. K. CHESTERTON, The donkey)

Pues algo así de celebrada será nuestra entrada en la eternidad, por haber llevado en esta vida a nuestro Señor por los caminos de este mundo.

sábado, 20 de marzo de 2010

LUTO EN DECANATO PERIFÉRICO



Nuevamente, nuestra zona periférica, se llena de luto, por la muerte de hermanos jóvenes, el día de ayer por la noche, un bus que llevaba jóvenes de la parroquia Madre Dolorosa, se precipitó en el puente de Progreso, Yoro.
Hace algunos años, nuestra Parroquia sufrió una tragedia similar, cuando jóvenes de nuestra parroquia venían de una convivencia previo a su sacramento de Confirmación.

Nuestra zona periférica, comprendida alrededor de 12 parroquias se ha convertido en una zona bendecida con mártires jóvenes, que por la sed de Jesús, han llevado a todo rincón, de la tierra y ahora del cielo, sus alabanzas al Dios poderoso que nos sostiene.

Hoy quiero brindarle, un saludo, al infinito, a mi buen querido amigo Wilmer, compañero, amigo y hermano de lucha por la Juventud Cristiana, Dios te premio seguramente con la vida eterna, por haber dado tu vida por los jóvenes, sudaste su camiseta, sin importar que te dijeran , tuviste un espíritu guerrillero que contagiaba, hoy has partido a la VIDA, y sin duda alguna estas disfrutando de la maravillosa experiencia del cielo.

A nuestros hermanos de la parroquia Madre Dolorosa, mis oraciones, para que de este terrible experiencia que hoy nos une mas, nos regale la fortaleza y la FE de que nuestros hermanos, estan gozando de la resurrección que JESUS nos regala.

viernes, 19 de marzo de 2010

El Padre sabe lo que te hace falta

Cuaresma es el tiempo de conversión del corazón. Cuaresma es el tiempo de regreso a Dios. Esto tendría que inquietarnos para ver si efectivamente estamos regresando a Dios no solamente las cosas que Él nos ha dado, sino si nosotros mismos estamos regresando a Dios.

Podríamos decir que cada uno de nosotros es un don de Dios para uno mismo; la vida es un don que Dios nos da. ¿Cómo estamos regresando ese don a Dios? Esta conversión del corazón, ese regresar a Dios, ese volver a poner a Dios en el centro de la vida, ¿cómo lo estoy haciendo? ¿Hasta qué punto puedo decir que realmente nuestro Señor está recibiendo de mí lo que me ha dado?

Cuando nos enfrentamos con nuestra vida, con nuestros dolores, con nuestras caídas, con nuestras miserias, con nuestros triunfos y gozos, podría darnos miedo de que no estuviésemos en la condición de dar al Señor lo que Él espera de nosotros. Miedo de que no estuviésemos en la situación de regresar, con ese corazón convertido, todo lo que el Señor nos ha dado a nosotros.

Jesús en el Evangelio dice: “El Padre sabe lo que les hace falta antes de que se lo pidan”. Dios nuestro Señor sabe perfectamente qué es lo que necesitamos en ese camino de conversión hacia Él. Sabe perfectamente cuáles son los requerimientos interiores que tiene nuestra alma para lograr una verdadera conversión del corazón.

Yo me pregunto si a veces no tendremos miedo de este conocimiento que Dios tiene de nosotros. ¿No tendremos miedo, a veces, de que el Señor puede llegar a conocer lo que necesitamos?

Sin embargo, debemos dejar que el alma se abra a su mirada. En la oración que el Señor nos enseña en el Evangelio y que repetimos en la Misa: “Padre nuestro, que estás en los cielos”, nos llama a confiar plenamente en el Señor, a pedirle que Él sea santificado y que venga a vivir en nosotros su Reino. Es la oración de un corazón que sabe pedir a Dios lo que Él le dé y que se abre perfectamente para que el Señor le diga lo que necesita.

¡Cuántas veces a nosotros nos puede faltar esto! Deberíamos exigirnos que nuestra vida vuelva a Dios con una confianza plena; que se adhiera a Dios sólo y únicamente como el único en quien de veras se puede confiar.

Creo que ésta podría ser una de las principales lecciones de conversión del corazón.

lunes, 8 de marzo de 2010

III SEMANA DE CUARESMA




¿Cuánto tiene que pasar para que hagas algo?

Mira a tu alrededor. Cada día pasan cosas. Cosas que si te pasaran a ti te cambiarían la vida o, quizá, te la destrozarían. ¿Qué tiene que pasar para que tú seas sensible a lo que les pasa a otros?

Dios oye el clamor de los que sufren pero..., ¿lo oyes tú?

Dios quiere usar tu vida, tus ganas de vivir y de amar, para salvar a alguien que sufre, pero... ¿estás dispuesto?

Confía y acepta bajarte en el apeadero de la misericordia. Dios está contigo y confía en tí, pero... ¿y tú? ¿Confías en lo que puedes llegar a ser si te fías de Él?

viernes, 5 de marzo de 2010

Se vasija nueva

Lectura para meditar y orar

"Levántate y baja a la casa del que trabaja la greda; allí te haré oír mis palabras."

Bajé pues donde el alfarero que estaba haciendo un cántaro, pero este le salió mal, así que lo volvió a empezar, transformándolo en otro cántaro a su gusto.

Así te habla Yavé: "Yo puedo hacer lo mismo contigo, pueblo de Israel, como el barro en manos del alfarero, así eres tú en mis manos" Jer. 18. 1-4

Un hombre tenía dos grandes vasijas que colgaba a los extremos de un palo y que llevaba encima de los hombros.


Una de las vasijas tenía varias grietas, mientras que la otra era perfecta y conservaba toda el agua al final del largo camino a pie desde el arroyo, hasta la casa de su patrón, pero cuando llegaba, la vasija rota solo tenia la mitad del agua.

Durante dos años completos esto fue así diariamente, desde luego, la vasija perfecta estaba muy orgullosa de sus logros, pues se sabia perfecta para los fines para los que fue creada.

Pero la pobre vasija agrietada estaba muy avergonzada de su propia imperfección y se sentía miserable porque solo podía hacer la mitad de todo lo que se suponía que era su deber.

Después de dos años, la tinaja quebrada le hablo al aguador diciéndole así: Estoy avergonzada y me quiero disculpar contigo porque debido a mis grietas solo puedes entregar la mitad de mi carga y solo obtienes la mitad del valor que deberías recibir.


El aguador, le dijo compasivamente: Cuando regresemos a la casa quiero que notes las bellísimas flores que crecen a lo largo del camino.

Así lo hizo la tinaja. Y en efecto vio muchísimas flores hermosas a lo largo, pero de todos modos se sentía apenada porque al final, solo quedaba dentro de si la mitad del agua que debía llevar.


El aguador le dijo entonces: ¿Te diste cuenta de que las flores solo crecen en tu lado del camino? Siempre he sabido de tus grietas y quise sacar el lado positivo de ello. Sembré semillas de flores a todo lo largo del camino por donde vas y todos los días las has regado; y por dos años yo he podido recoger estas flores para decorar mi hogar. Si no fueras exactamente como eres, con todo y tus defectos, no hubiera sido posible crear esta belleza.


Cada uno de nosotros tiene sus propias grietas. Todos somos vasijas agrietadas, pero debemos saber que siempre existe la posibilidad de aprovechar las grietas para obtener mejores resultados, entonces no nos detengamos a quejarnos por nuestros defectos, sigamos adelante y busquemos la mejor cara de todos ellos. Hoy es tu oportunidad para dejarte modelar de nuevo. Tú puedes ser una vasija nueva.

miércoles, 3 de marzo de 2010

FELICIDADES A NUESTRO SIEMPRE ASESOR!!

FELIZ CUMPLE A NUESTRO PAPA PITUFO QUE HOY
ESTA DE CUMPLE!!!
QUE DIOS LE LLENE DE MUCHAS BENDICIONES Y LE DE EL PREMIO
ETERNO QUE EL SE MERECE!!!

lunes, 1 de marzo de 2010


Conocer el grado del amor con el que Jesus Cristo nos ama nos deberia hacer quererle de la forma que quedase reflejado en nuestras actitudes, nuestra conducta y nuestro compromiso. La madurez espiritual se demuestra cuando sabemos activar nuestros conocimientos espiritual.



Felices son los que tienen conciencia de su nesecidad espiritual, puesto que ellos pertenece el reino de los cielos. (Mat. 5:3)

TRANSFIGURACION DE JESUS


Se celebra un momento muy especial de la vida de Jesús: cuando mostró su gloria a tres de sus apóstoles. Nos dejó un ejemplo sensible de la gloria que nos espera en el cielo.

Un poco de historia

Jesús se transfiguró en el monte Tabor, que se se encuentra en la Baja Galilea, a 588 metros sobre el nivel del mar.

Este acontecimiento tuvo lugar, aproximadamente, un año antes de la Pasión de Cristo.
Jesús invitó a su Transfiguración a
Pedro, Santiago y Juan. A ellos les dio este regalo, este don.

Ésta tuvo lugar mientras Jesús oraba, porque en la oración es cuando Dios se hace presente. Los apóstoles vieron a Jesús con un resplandor que casi no se puede describir con palabras: su rostro brillaba como el sol y sus vestidos eran resplandecientes como la luz.

Pedro quería hacer tres tiendas para quedarse ahí. No le hacía falta nada, pues estaba plenamente feliz, gozando un anticipo del cielo. Estaba en presencia de Dios, viéndolo como era y él hubiera querido quedarse ahí para siempre.

Los personajes que hablaban con Jesús eran Moisés y Elías. Moisés fue el que recibió la Ley de Dios en el Sinaí para el pueblo de Israel. Representa a la Ley. Elías, por su parte, es el padre de los profetas. Moisés y Elías son, por tanto, los representantes de la ley y de los profetas, respectivamente, que vienen a dar testimonio de Jesús, quien es el cumplimiento de todo lo que dicen la ley y los profetas.

Ellos hablaban de la muerte de Jesús, porque hablar de la muerte de Jesús es hablar de su amor, es hablar de la salvación de todos los hombres. Precisamente, Jesús transfigurado significa amor y salvación.

Seis días antes del día de la Transfiguración,
Transfiguración de Jesús
Transfiguración de Jesús
Jesús les había hablado acerca de su Pasión, Muerte y Resurrección, pero ellos no habían entendido a qué se refería. Les había dicho, también, que algunos de los apóstoles verían la gloria de Dios antes de morir.

Pedro, Santiago y Juan experimentaron lo que es el Cielo. Después de ellos, Dios ha escogido a otros santos para que compartieran esta experiencia antes de morir:
Santa Teresa de Ávila, San Juan de la Cruz, Santa Teresita del Niño Jesús y San Pablo, entre otros. Todos ellos gozaron de gracias especiales que Dios quiso darles y su testimonio nos sirve para proporcionarnos una pequeña idea de lo maravilloso que es el Cielo.

Santa Teresita explicaba que es sentirse “como un pajarillo que contempla la luz del Sol, sin que su luz lo lastime.”

CUARESMA TIEMPO DE ARREPENTIMIENTO

La cuaresma es tiempo de arrepentimiento. Quizá a nosotros la llamada al arrepentimiento que es la Cuaresma, podría parecernos un poco extraña, un poco particular, porque podríamos pensar: ¿de qué tengo yo que arrepentirme?. Arrepentirse significa tener conciencia del propio pecado. La conversión del corazón es el tema que debería de recorrer nuestra Cuaresma, tener conciencia de que algo he hecho mal, y podría ser que en nuestras vidas hubiéramos dejado un poco de lado la conciencia de lo que es fallar. Fallar no solamente uno mismo o a alguien a quien queremos, también la conciencia de lo que es fallarme a mí.

Pudiera ser también que en nuestra vida hubiéramos perdido el sentido de lo que significa encontrarnos con Dios, y quizá por eso tenemos problemas para entender verdaderamente lo que es el pecado, porque tenemos problemas para entender quién es Dios. Solamente cuando tenemos un auténtico concepto de Dios, también podemos empezar a tener un auténtico concepto de lo que es el pecado, de lo que es el mal.

La cuaresma es todo un camino de cuarenta días hasta la Pascua, y en este camino, la Iglesia nos va a estar recordando constantemente la necesidad de purificarnos, la necesidad de limpiar nuestro corazón, la necesidad de quitar de nuestro corazón todo aquello que lo aparte de Dios N. S. La Cuaresma es un período que nos va a obligar a cuestionarnos para saber si en nuestro corazón hay algo que nos está apartando de Dios Nuestro Señor. Esto podría ser un problema muy serio para nosotros, porque es como quien tiene una enfermedad y no sabe que la tiene. Es malo tener una enfermedad, pero es peor no saber que la tenemos, sobre todo cuando puede ser curada, sobre todo cuando esta enfermedad puede ser quitada del alma.

Qué tremendo problema es estar conviviendo con una dificultad en el corazón y tenerla perfectamente tapada para no verla. Es una inquietud que sin embargo la Iglesia nos invita a considerar y lo hace a través de la Cuaresma. Durante estos cuarenta días, cuando leemos el Evangelio de cada día o cuando vayamos a Misa los domingos, nos daremos cuenta de cómo la Biblia está constantemente insistiendo sobre este tema: “Purificar el corazón, examinar el alma, acercarse a Dios, estar más pegado a Él. Todo esto, en el fondo, es darse cuenta de quién es Dios y quién somos nosotros.

Ojalá que hagamos de esta Cuaresma una especie de viaje a nuestro corazón para irnos encontrando con nosotros mismos, para irnos descubriendo nosotros mismos, para ir depositando esa ceniza espiritual sobre nuestro corazón de manera que con ella vayamos nosotros cubriéndonos interiormente y podamos ver qué es lo que nos aparta de Dios.
Conocer el grado del amor con el que Jesus Cristo nos ama, nos deberia hacer, quererle de tal forma, que quedase reflejado en nuestras actitudes nuestras conductas y nuestros compromisos. La madurez espiritual se demuestra cuando sabemos activar nuestro conocimiento espiritu.


Felices son los que tienen conciencia de su necesidad espiritual, puesto que a ellos pertenece el reino de los cielos. (Mat. 5:3)