viernes, 26 de febrero de 2010

Saludo!!



Cuaresma es tiempo de volver a La Casa de Dios, a La Ciudad de Luz, volvamos la mirada a Ese Cristo que esta con los brazos abiertos hasta el momento de su muerte, y sigue acogiendonos con su infinita misericordia...Su Preciosa Sangre vertida por nosotros es signo de nuestra Libertad.
Saludos Hermanos Betelinos!!!


Hermanos Betelinos...estemos en la Casa de Dios..en La Ciudad de Luz...en este tiempo de Cuaresma, volvamos la mirada a Ese Cristo que muere con los brazos abiertos por amor a nosotros...que nos acoge con toda su misericordia. Saludos fraternos Hermanos!!!

"Proyecto Logo Betel"




Estas fueron algunas de las opciones propuestas (tiempos atraz) por los miembros de nuestra comunidad...

Esperamos nuevas ideas para retomar el proyecto de nuestra camiseta así que adelante, animo, pronto haremos la elección del mejor diseño.

CAMBIAR EL CORAZÓN


1. El Miércoles de Ceniza es día de ayuno y abstinencia. Los Viernes de Cuaresma son días de abstinencia.

2. Ayunar por ayunar no tiene sentido y no hace a la gente mejor... Sobre todo en un mundo en que muchos ayunan, no porque es Cuaresma, sino porque no tienen qué comer.

3. Abstenerse de comer carne es un signo que tiene su importancia por lo que significa.

El ayuno y la abstinencia son "signos de conversión". No son "la conversión".

El ayuno es signo de que tú:
- quieres "ayunar de pecados"
- te solidarizas con los hambrientos
- prefieres el pan de la Palabra
- frenas el consumismo
- quieres compartir lo tuyo.

La abstinencia es signo de que tú:
- quieres abstenerte del pecado
- no te comes el pan de los pobres
- te "mantienes en forma" por dentro.

jueves, 25 de febrero de 2010

¿Cuántos rostros se transformarían con solo que tú decidas hacer algo?

Nos dijeron que nada se puede cambiar..., que todo lo que podemos hacer no es más que un granito de arena en el desierto..., que no merece la pena el esfuerzo para tan poco beneficio. ¡Y nosotros nos lo creímos!

Pues no es verdad. Dios nos dice "¡Hago nuevas todas las cosas!" Dios es capaz de transformarlo todo. Pero quiere hacerlo contigo. ¿Te imaginas lo que cambiaría si tú decidieras hacer algo? Solo lo sabrás cuando cambies, cuando dejes tu desidia y rompas la tela de la pereza. Haz la prueba. No tardarás en darte cuenta de que el mundo empezará a estar un poquito más transfigurado.


miércoles, 24 de febrero de 2010

"El Espíritu condujo a Jesús al desierto" Lc.4,1


¡Cuántas veces nos decimos una y otra vez que el tiempo pasa! Recordamos con frecuencia acontecimientos del pasado que permanecen en nuestra memoria y nos parece que fue ayer. El tiempo es un camino que nadie puede detener y por él caminamos nosotros buscando un sentido a nuestra propia vida.

Ahora nos acercamos a esta estación, a esta fonda a la que llamamos cuaresma. Venimos cansados de tantos pasos inútiles, de tantas sensaciones amargas, como nos ha deparado el camino. El tiempo, además de las canas, va dejando en nosotros alguna que otra arruga en el corazón. Parece que hemos perdido la ingenuidad de la niñez, el ímpetu de la juventud y nos adentramos en el realismo cruel de la monotonía.
Queremos, en esta fonda de la gracia, aprovisionarnos de nuevo, reponernos del cansancio, descubrir el gozo de sabernos vivos y en camino.
Por eso estamos aquí hoy. Hemos venido con el deseo manifiesto de encontrar algo nuevo que nos reanime, que nos cure, que no empuje a vivir la vida con más gozo.

Pues Dios nos lo regala. Sólo es necesario que miremos con ojos de fe para que él pueda hacer en nosotros el milagro del perdón y de la curación. ¡Señor que
vea!